Jutbah Semanal

Traducción al español de la Jutbah que se dicta en árabe desde el Mimbar de Mezquita As-Salam, cada viernes y en los Eid.

LAS VIRTUDES DEL HAYY

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Hermanos y hermanas, estamos en vísperas de la grandiosa temporada de Haÿÿ; y los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah están a la vuelta de la esquina. Las obras en estos días son grandiosas; los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah son una temporada de piedad y bondad, en la que compiten los competidores y se apresuran los apresurados, hasta el punto de que estos días son considerados los mejores días del año debido a las virtudes que contienen y las características y asuntos que abarcan. Incluso se ha dicho que estos días son mejores que los últimos diez días de Ramadân. Por eso, los eruditos y los virtuosos competían en hacer obras de bondad y beneficencia.

Un testimonio de su virtud y honor es el hadîth transmitido por Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhu), en el que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “No hay días en los que las buenas acciones sean más queridas por Allah que estos días” refiriéndose a los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah); dijeron los compañeros: “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Ni siquiera la lucha en el Camino de Allah?” Él (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Ni siquiera la lucha en el camino de Allah, excepto un hombre que sale con su vida y su riqueza y no regresa con nada de eso”. La grandeza y el honor de estos días son tales que Allah juró por ellos, y Allah solo jura por algo grandioso de Su creación. Allah, el Altísimo, dice: “¡Por la Aurora! ¡Por diez noches!” [Sûrah Al-Faÿr (), âyât 1 y 2].

¡Oh, musulmanes! Estos días benditos incluyen el día de ‘Arafah ¿Y qué se sabe de ‘Arafah? Es el día en que Allah completó nuestro Dîn y perfeccionó Su favor sobre nosotros, estableciendo Su mayor y más completa revelación, el camino más noble y los medios más excelentes. Envió a Su mejor mensajero y el más honorable de Sus profetas, y dijo: “Hoy os he completado vuestra práctica de adoración, he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como práctica de adoración” [Sûrah Al-Maîdah (5), âyah 3].

En este día glorioso, los peregrinos se reúnen de todas partes del mundo, vistiendo una misma ropa y entonando una misma invocación, cumpliéndose así la palabra de Allah: “Los creyentes son, en realidad, hermanos” [Sûrah Al-Huÿurât (49), âyah 10]. No hay diferencia entre un no árabe y un árabe, ni superioridad de un blanco sobre un negro, sino en la piedad, dice también Allâh: “Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme” [Sûrah (49), âyah 13].

Por la virtud de este día, nuestro noble Mensajero (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El Haÿÿ es ‘Arafah”. También explicó que el ayuno de este día para aquellos que no están en Haÿÿ, purifica dos años de pecados, y se liberan almas del Infierno en este día. ‘Âishah (radiallâhu ‘anha) narró que el Mensajero de Allah (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “No hay día en que Allah libere más siervos del Infierno que el día de ‘Arafah. Se acerca y se enorgullece de ellos ante los ángeles”. Apresuraos, a ayunar en este día y a aprovechar el tiempo en lo que beneficia y es útil, y que se guarda para después de la muerte y no desaparece.

De entre las mejores obras en los últimos diez días están:

El Haÿÿ, que es la visita a la Casa Sagrada de Allah. Allah ha explicado que el Haÿÿ es obligatorio para aquellos que tienen la capacidad. Allah dice: “Los hombres tienen la obligación con Allah de peregrinar a la Casa, si encuentran medio de hacerlo. Y quien se niegue… Ciertamente Allah es Rico con respecto a todas las criaturas” [Sûrah Ali ‘Imrân (3), âyah 97]. Los “medios de hacerlo” se interpreta como la capacidad material y física.

El Haÿÿ es la mayor obra que se realiza en los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, y es uno de los Cinco Pilares del Islam. El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Quien realiza el Haÿÿ sin cometer obscenidades ni pecado, regresa como el día en que su madre lo dio a luz”; dijo también: “El mejor Ÿihâd es un Haÿÿ aceptado” [Ambos en Sahîh Bujari].

Es obligatorio para el musulmán aprender y entender bien cómo realizar el Haÿÿ y sus rituales de acuerdo con la guía de Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), porque uno podría caer en algo prohibido sin saberlo, como no estar dentro de los límites de ‘Arafah o llegar a ‘Arafah después de que su tiempo haya pasado, o tener relaciones sexuales y así invalidar su Haÿÿ, o tal vez cortar un árbol o matar un animal (en un día que no sea los días de sacrificio). Allah nos ha ordenado que preguntemos a la gente de conocimiento sobre lo que no entendemos o lo que es confuso para nosotros.

De las obras piadosas en estos días benditos, está el Takbîr, diciendo Allâhu Akbar, que es la proclamación de la Grandeza de Allah, esto es prescrito desde el primer día del mes hasta el final del día trece de Dhul-Hiÿÿah. Allah, el Altísimo, dice: “Para que den testimonio de los beneficios que han recibido y mencionen el nombre de Allah en días determinados” [Sûrah Al-Haÿÿ (22), âyah 28]. El Takbîr específico se realiza después de las oraciones obligatorias en los días de Tashrîq (los tres días después del día de Eid Al Adhâ). El peregrino recita el Talbiyah (la invocación) hasta que arroja las piedras en ‘Aqabah en la mañana del día del Sacrificio. La fórmula del Takbîr es: “Allah es el Más Grande, Allah es el Más Grande, Allah es el Más Grande, no hay dios sino Allah, Allah es el Más Grande, Allah es el Más Grande, Allah es el Más Grande y a Allah le pertenece toda la alabanza”. Ibn ‘Umar y Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhum) solían salir al mercado durante los diez días y proclamaban el Takbîr y la gente lo repetía tras ellos. [Bujari].

De las obras piadosas también está la recitación del Libro de Allah, la lectura de sus versículos, el profundizar en sus objetivos y meditar en sus significados. Allah ha puesto la curación y la misericordia en Su Libro Sagrado, así como la guía y la luz: “Y con el Corán hacemos descender una cura y una misericordia para los creyentes” [Sûrah Al-Isrâ (17), âyah 82]. Y dice también: “Es cierto que esta Recitación guía a la vía más recta” [Sûrah Al-Isrâ (17), âyah 9].

En el hadîth auténtico se menciona que la recitación del Qurân tiene un gran mérito y tiene un profundo efecto en el corazón del creyente. Ibn Mas‘ûd (radiallâhu ‘anhu) narró que el Mensajero de Allah (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Quien recita una letra del Libro de Allah tendrá una buena acción por ello, y una buena acción se multiplica por diez. No digo que Alîf-Lâm-Mîm sea una letra, sino que Alîf es una letra, Lâm es una letra y Mîm es una letra” [Tirmîdhî].

¡Apresuraos, nobles musulmanes! antes de que se acabe el tiempo y llegue el momento, y los días y las condiciones cambien. No habrá arrepentimiento el día en que ni la riqueza ni los hijos beneficien, salvo quien venga a Allah con un corazón puro.

Apresuraos, que Allah les tenga misericordia, a aprovechar las oportunidades y los tiempos virtuosos. Lo que el musulmán realiza de obras de bondad, caridad, benevolencia y actos de adoración voluntarios, especialmente en los diez días, es más valioso para Allah que el oro puro. El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “La adoración en tiempos de tribulación es como emigrar hacia mí” [Muslim].

Allah nos ha llamado a competir en los asuntos de la otra vida y a buscar la recompensa en esta vida, diciendo: “Acudid prestos hacia un perdón de vuestro Señor y a un Jardín preparado para los temerosos, cuyo ancho son los cielos y la tierra” [Sûrah Ali -Imrân (3), âyah 133].

En estos primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, está el día del Sacrificio. Este grandioso día de Allah es, absolutamente el mejor día del año, porque combina varios tipos de adoración. Como se menciona en el hadîth de Abdullah ibn Qurt (radiallâhu ‘anhu), el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El día más grandioso ante Allah, el Bendito y Altísimo, es el día del Sacrificio” [Abû Dâwûd].

Después de este día vienen los días de Tashrîq, que son días del recuerdo de Allah y de comer, como se menciona Nubayshah al-Hudhali (radiallâhu ‘anhu), quien dijo: “El Mensajero de Allah (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Los días de Tashrîq son días de comer, beber y recordar a Allah”.

En nuestro tiempo hay grandes tribulaciones, grandes aflicciones y duras pruebas. Solo aquellos a quienes Allah ha concedido la rectitud y el conocimiento firme se mantendrán firmes en la religión. El creyente que se aferra a su religión y sigue las enseñanzas de su Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) es como quien agarra una brasa o camina sobre brasas ardientes. Los diez días son una oportunidad para ganar recompensas y realizar obras de rectitud, especialmente la súplica en ‘Arafah. En el hadîth se menciona que la mejor súplica es la súplica en ‘Arafah.

Les recuerdo a ustedes y a mí mismo hacer súplicas por nuestros hermanos oprimidos en todas partes, para que Allah los libere y les proporcione una salida de lo que están atravesando, y que los ayude y firme sus pies. Haced muchas súplicas en estos días por todos los musulmanes y por aquellos que hoy sufren daño, opresión y calamidades. La súplica de un musulmán por su hermano en su ausencia es una de las súplicas aceptadas.

¡Oh, musulmanes! Cada uno de nosotros desea unirse a los peregrinos de la Casa Sagrada de Allah y estar en su posición en ‘Arafah. Es una bendición que todos deseamos y la mayoría de nosotros anhela. Sin embargo, lo que no se puede lograr en su totalidad no debe abandonarse en su totalidad. Por Su misericordia y bondad hacia Sus siervos, Allah ha diversificado la adoración y ha facilitado sus caminos para que podamos obtener así la recompensa y el mérito, y participar con nuestros hermanos peregrinos en el bien y la bondad de diferentes maneras. Entre ellas está el Takbîr y el Istighfar (pedir perdón de Allâh) en el día de ‘Arafat y después de las oraciones en los días de Tashrîq. Nuestro noble Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) nos ha instado a ayunar el día de ‘Arafah, ya que tiene un gran mérito en la expiación de los pecados y el alivio de las aflicciones. También nos ha prescrito el sacrificio para que los siervos puedan acercarse a su Señor, dar caridad con su carne a los pobres y necesitados, y seguir la tradición de nuestro Profeta Ibrahim (‘alaihis-salam). En esto hay consuelo para los pobres, ayuda para los necesitados, purificación del pecado de la avaricia y eliminación de la enemistad. Allah, el Altísimo, dice: “Ni su sangre ni su carne ascienden a Allah, lo que llega a Allah es vuestro temor de Él” [Sûrah Al-Haÿÿ (22), âyah 37].

De las tradiciones recomendadas para quien desea sacrificar es no cortar su cabello ni sus uñas en esos primeros diez días. Um Salama (radiallâhu ‘anhâ) narró: “Cuando entren los diez días y alguien tenga la intención de sacrificar, no debe tomar nada de su cabello ni cortar sus uñas”. La sabiduría detrás de esto es que se una a los peregrinos en algunos de sus rituales y acciones, para que no se olvide de la grandeza de esos días y la virtud de lo que realizó el líder de la humanidad. Esta regla es específica para la persona que sacrifica, no para aquellos por quienes se sacrifica de su familia, y hay flexibilidad y facilidad en esto, y misericordia, no dificultad.

Hermanos y hermanas, roguemos a Allâh para que nos permita revivir al máximo las sunan de nuestro Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) en estos primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah y siempre. También para que nos permita hacer el Takbîr en frente de la Ka’bah en su Casa Sagrada, Makkah Al-Mukarramah, una y otro vez. Amîn.

Was-salâmu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakâtuh

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