Jutbah Semanal

Traducción al español de la Jutbah que se dicta en árabe desde el Mimbar de Mezquita As-Salam, cada viernes y en los Eid.

LA GRANDEZA Y MAJESTUOSIDAD DE ALLÂH

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Allâh Subhânahu wa Ta‘âlâ dice en el Sagrado Qurân: “¡Bendito sea Aquel que puso en el cielo constelaciones y puso una lámpara y una luna luminosa! Él es Quien hizo sucederse a la noche y el día para quien quisiera recapacitar o agradecer” [Sûrah Al-Furqân (25), âyât 61 y 62].

¿Alguna vez nos hemos preguntado por qué los amados compañeros del Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) se convirtieron en los amados de Allâh, y por qué Allâh estaba complacido con ellos? Si estudiamos sus vidas, encontraremos que fue por su profunda conexión con Allâh. El reconocimiento de Allâh estaba presente en el corazón de cada sahâbî, tanto hombres como mujeres. Debido a esta grandeza y reconocimiento de Allâh en sus corazones, comprendieron quién era Allâh y quién daba las órdenes para seguir cualquier aspecto del Dîn.

Cuando este reconocimiento de Allâh se asentó en sus corazones, les resultó fácil poner en práctica cada mandamiento de Allâh y cada Sunnah del Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Por eso, cuando el reconocimiento de Allâh entró en sus vidas y trajeron el Dîn completo a sus vidas, Allâh les concedió paz, contentamiento, tranquilidad y éxito en esta vida y en la próxima.

Por eso, hoy nuestro tema de discusión será sobre la Grandeza y Majestuosidad de Allâh.

Hermanos y hermanas, el universo es un libro abierto que Allâh ha dispuesto para que lo lea todo ser humano en su propio idioma y lo comprenda con todos sus sentidos y medios, para reconocer la obra de Allâh, quien ha perfeccionado todo lo que ha creado, y quien le ha dado a cada cosa su forma, y luego la ha guiado.

El cielo, con su altura y vastedad, con estrellas brillando y planetas resplandecientes, y la tierra, extendida, con sus montañas y mares, sus frutos y árboles, sus ríos, sus seres humanos y animales, hacen que el corazón proclame antes que la lengua: “No hay dios sino Allâh, y solo a Él adoramos”

Esos jardines hermosos que veis en los extremos de la tierra, y el agua que fluye a través de ellos, que da vida a las almas, ¿Quién los ha creado sino Allâh, exaltado y glorificado sea? Dice Allâh en Qurân: “¿Acaso Quien ha creado los cielos y la tierra y hace que del cielo caiga agua para vosotros y que con ella crezcan jardines espléndidos cuyos árboles vosotros nunca hubierais podido hacer crecer…? ¿Puede haber otro dios con Allâh? No, sino que son gente que equipara (otras cosas con Allâh). ¿Acaso Quien ha hecho de la tierra un lugar para vivir y ha intercalado en ella ríos y le ha puesto cordilleras y ha puesto entre los dos mares una barrera…? ¿Es que hay acaso otro dios con Allâh? No, sin embargo la mayoría de ellos no sabe” [Sûrah An-Naml (27), âyât 60 a 61]. Dice a continuación: “¿Quién os guía en las tinieblas de la tierra y del mar y Quién envía los vientos como preludio de Su misericordia? ¿Puede haber algún dios con Allâh? ¡Sea exaltado Allâh por encima de lo que Le asocian! ¿Quién puede crear una vez primera y luego volver a crear, y Quién os provee desde el cielo y la tierra? ¿Hay algún dios con Allâh? Di: Traed la prueba que tengáis si sois de los que dicen la verdad” [Sûrah An-Naml (27), âyât 63 y 64].

Dice también Allâh Altísimo: “¿Os habéis fijado en el agua que bebéis? ¿Sois vosotros los que la hacéis caer de la nube o somos Nosotros? Si hubiéramos querido la habríamos hecho salobre. ¿Por qué, pues, no agradecéis?” [Sûrah Al-Waqi’ah (56), âyât 68 a 70].

¿Quién hizo de la noche un momento de descanso y del día un momento de actividad sino Allâh? ¿Quién es el que da y retira, el que provee y priva, el que eleva y humilla sino Allâh? ¿Quién otorga el poder a quien Él quiere y se lo retira a quien Él quiere? ¿Quién honra a quien Él quiere y humilla a quien Él quiere sino Allâh? Él es quien tiene el bien en Sus manos y es capaz de todo.

¿Quién escucha los lamentos de los oprimidos, las súplicas de los necesitados, y los gritos de auxilio sino Allâh? Él es a quien se elevan los cuellos y las manos se alzan suplicando, buscando Su misericordia y Su ayuda. Él es el refugio cuando todas las puertas se cierran, y el consuelo de los corazones cuando los caminos se bloquean. Allâh dice: “¿Quién responde al que se ve en necesidad librándolo del mal y os ha hecho representantes (Suyos) en la tierra? ¿Puede haber algún dios con Allâh? Qué poco recapacitáis.” [Sûrah An-Naml (27), âyah 62].

Allâh tiene señales en los horizontes, y la menor de ellas es lo que te ha guiado. Y hay señales en lo que hay en el alma, maravillas si tan solo las miraras. El universo está lleno de secretos que si intentas descifrar te dejarán asombrado.

¿Dónde estamos, hermanos, en cuanto a reflexionar sobre las señales de Allâh? ¿Dónde estamos en cuanto a reflexionar sobre nosotros mismos, quién nos ha creado de manera tan perfecta y nos ha dado forma en la mejor de las formas? Dice Allâh: “En la tierra hay signos para los que tienen certeza. Y en vosotros mismos. ¿Es que no vais a ver?” [Sûrah Adh-Dhâriyât (51), âyât 20 y 21]. ¿Hemos mirado al universo y a las maravillas de Su creación, a las criaturas y a su perfección, a los cielos elevados y a la tierra extendida, a los medios de sustento y a quien los provee? ¡Glorificado sea Él, un Dios de inmensa majestad!

Pregunta a los jardines verdes y al agua que fluye, a los desiertos y montañas firmes. Pregunta a los prados adornados, a las flores y al rocío, a la noche y al amanecer, a los pájaros que cantan. Pregunta al viento, a la tierra y al cielo, pregunta a cada cosa y escucharás la alabanza propagándose. Si la noche se volviera eterna, ¿quién sino mi Señor haría volver el amanecer?

¿Hay un dios junto con Allâh? ¡Jamás! No hay dios sino Allâh, Único, sin asociados. Suyo es el dominio y Suya es la alabanza, y Él es capaz de todo.

Allâh es el más grande, Allâh es el más grande, no hay dios sino Allâh. Allâh es el más grande, Allâh es el más grande y Suya es la alabanza.

Hermanos musulmanes, si Allâh es quien creó todo, ¿cómo es que aquellos desdichados toman compañeros para Él en Su divinidad y soberanía? Si Él es el Creador, el Proveedor, el que da y el que priva, ¿cómo se les ha hecho fácil a sus corazones invocar a otros además de Él, buscar refugio en alguien más, o volver sus rostros hacia otros fuera de Allâh?

¿Cómo se atreven aquellos que se han desviado a desobedecerle, a minimizar Su adoración, y a dejar Su obediencia, cuando cada aliento de sus vidas es de Él, y cada instante es un favor y gracia Suya? ¡Gloria a Ti, nuestro Señor! No te hemos conocido como realmente mereces ser conocido.

¿Cómo el Shaitân y los deseos les han hecho parecer bien alejarse de Él, desobedecerle, mientras Él nos otorga Sus bendiciones, siendo autosuficiente, mientras nosotros somos los necesitados de Él?

¡Oh, siervos de Allâh! Recordad que no hay refugio de Allâh sino con Él. Por más que escondamos nuestros pecados a las personas y aparentemos lo que no somos, Allâh conoce nuestros secretos y nuestras intenciones. Allâh dice en el Qurân: “¿Acaso no saben que Allâh conoce lo que guardan en secreto y lo que divulgan?” [Sûrah Al-Baqarah (2), âyah 77].

¡Volvamos a Él en arrepentimiento mientras aún estamos en tiempos benditos en los que nuestras súplicas pueden ser aceptadas!

Was-salâmu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakâtuh

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