- Viernes, 28 de Abril de 2023
- Yumu‘ah, 8 de Shawâl de 1444
- Imâm: Sh. Yusuf G. Hoosen
En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.
Dice Allâh Altísimo en el Sagrado Qurân: “¡Oh, creyentes! Comed de las cosas buenas que os hemos proveído, y agradeced a Allah, si es que adoráis sólo a Él” [Sûrah Al-Baqarah (2), âyah 172]; y dice también: “¡Oh, Mensajeros! Comed de las cosas buenas y obrad con rectitud que Yo bien sé lo que hacéis” [Sûrah Al-Mu.minûn (23), âyah 51].
Ka’b Bin Uÿrah (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) me dijo: “¡Oh Ka’b! No entrará al Ÿannah carne o sangre que crecieron en base a lo ilícito, sino que serán arrojados al fuego ¡Oh Ka’b! La gente se encaminará hacia dos destinos: un destino que los libere y otro destino que los destruya”.
El estómago es el receptáculo del cuerpo, las arterias pasan por el estómago. Si el estómago es sano, las arterias llevarán cosas sanas al cuerpo, pero si se enferma o es alimentado con cosas que contaminan, las arterias llevarán con la sangre la enfermedad o la contaminación.
Respetados hermanos y hermanas debemos alarmarnos de nuestros días, porque se propagó entre la gente buscar las ganancias por las vías fáciles, aunque sean de procedencia Harâm, y las dos principales razones para eso son, la debilidad de la fe y de poca conciencia de Allâh.
Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhu) narró que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Llegará un tiempo en que el hombre no se preocupará de donde viene su ganancia, si de vías lícitas o ilícitas”. Y eso es lo que vemos hoy en día, hay mucha gente que no está preocupada del origen de sus ganancias, su única preocupación es como llegar a ellas y como incrementarlas. También narró Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhu) que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Ciertamente Allâh es bueno y no acepta sino las cosas buenas. Y ciertamente Allâh ha pedido a los creyentes lo mismo que ha pedido a los mensajeros, cuando dijo: “¡Oh Mensajeros! Coman de lo bueno y obren el bien” Entonces Allâh sólo acepta lo lícito y no acepta lo ilícito de sus siervos”. Después el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) mencionó el siguiente caso: “Un hombre que llega de un viaje muy largo y tiene su ropa y pelo desordenados, y extiende sus manos hacia los cielos diciendo: “¡Oh, mi Señor… Oh, mi Señor!”, pero su comida y bebida son ilícitas ¿Entonces cómo Allâh va a escuchar la súplica de esta persona?”.
Dijo Ibnu Raÿab (rahmatullâhi ‘alaihi) en el comentario de este hadîth: “Hay un signo que indica que las acciones no serán aceptadas, excepto cuando uno come Halâl, porque cuando uno come Harâm destruye todas las buenas acciones y se priva de la aceptación de Allâh”. Por eso, los ‘Ulamâ llegaron a la conclusión que aquella persona que hace el Haÿÿ (la Peregrinación) con dinero ilícito, su Haÿÿ no es aceptado y no obtendrá ninguna recompensa por el esfuerzo que ha hecho, además la Peregrinación sigue siendo obligatoria para esta persona, porque dice Allâh en el Qurân: “Allâh sólo acepta de los que Le temen” [Sûrah Al Mâîdah (5), âyah 27]. Por eso nuestros antepasados se preocupaban tanto de tener acciones que fueran aceptadas por Allâh.
Abû Said Al Judrî (radiallâhu ‘anhu) narró que el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Quien come de las ganancias buenas y obra de acuerdo a la Sunnah y no causa daño a la demás gente, entrará al Ÿannah”, Le dijeron: “¡Oh Profeta de Allâh! Con estas cualidades hay muchos de tus compañeros hoy”, él (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) replicó: “Siglos después de mi tiempo habrá gente que ganará su sustento lícitamente y obrarán de acuerdo a mi Sunnah y no causarán daño a los demás. Ellos también tendrán su destino en el Ÿannah”.
Una vez el Imâm Ahmad (rahmatullâhi ‘alaihi) fue preguntado sobre el significado del Taqwah, y el respondió: “El Taqwah es purificar las acciones y no dejar nada ilícito”.
Dijo Yahia Ibni Mu‘âdh (rahmatullâhi ‘alaihi) la obediencia es un tesoro de entre los tesoros de Allâh, su llave es la súplica y los dientes de la llave son la comida Halâl.
Un sahâbih pidió al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) que rogara por él ante Allâh, para que sus súplicas sean aceptadas. El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) le dijo: “Preocúpate de comer Halâl y tu súplica será aceptada por Allâh”. Esto, hermanos, porque se narra que por un mordisco de algo Harâm que el hombre se lleve a la boca su Du‘â será rechazado por cuarenta días seguidos, entonces si queremos que Allâh acepte nuestra súplica, debemos preocuparnos de que nuestras ganancias sean lícitas.
Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Allâh repartió entre ustedes sus conductas, tal como repartió sus provisiones, y por cierto que Allâh da los bienes en este mundo a quien quiere, pero también a quien no quiere, mientras que el Dîn lo da solamente a quien quiere”. Si queremos borrar las malas obras, incluso en las ganancias malas, debemos hacer las buenas obras y cambiar las vías de nuestras ganancias haciéndolas lícitas. No debemos engañarnos cuando vemos a un no musulmán, incluso a un incrédulo manifiesto, con bienes y dinero, pensando que este es un regalo de Allâh hacia él, porque podemos ver a una persona muy pobre, pero con fe, al que Allâh no le nada de esta vida mundana, ni dinero ni bienes, pero el hecho de que Allâh le dio la fe, es un regalo mucho más valioso que todo el dinero, bienes y cualquier otra cosa en esta vida mundana.
El Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El Dunia (la vida de este mundo) es dulce y fresco. Quien gana en él su provisión por vías lícitas y lo gasta por vías lícitas, sale de este mundo ganando y Allâh le hereda el Paraíso; quien gana en él por vías ilícitas y lo gasta por propósitos ilícitos, pierde el Dunia, y Allâh le hereda la Casa de la Humillación”.
‘Abdullâh Ibn Mubarak (rahmatullâhi ‘alaihi) decía: “Para mí, devolver un dirham dudoso, es mejor que dar cien mil dirhams en sâdaqah”.
Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “No entrará al Ÿannah un cuerpo que se alimenta de lo que es Harâm”. Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhumâ) decía: “Allâh no aceptará el salâh de quien su estómago se alimenta del Haram, mientras no se arrepienta”; ‘Umar (radiallâhu ‘anhu) decía: “Solíamos dejar nueve décimos del Halâl para no caer en lo Harâm”.
Abû Umâmah (radiallâhu ‘anhu) narró que el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “En el Día del Qiÿâmah se traerá a un grupo de gente que ganó tanta hasanât, que pesaba más que la cordillera de Tuhamah. Cuando sean puestas en la Balanza, Allâh las hará como un polvo desparramado en el aire y ellos serán arrojados al Fuego”. Alguien dijo: “¡Oh Mensajero de Allâh! ¿Cómo es eso?”. Dijo Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Son gente que solían rezar, ayunar, pagar el zakâh y hacer el Haÿÿ, pero cuando se les ofrecía un negocio o ganancia Harâm, lo tomaban, entonces esas ganancias ilícitas hicieron fracasar sus obras”.
‘Âishah (radiallâhu ‘anhâ) dijo que Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) tenía un sirviente que estaba encargado de Baitul-Mâl (la Casa de los Bienes de los Musulmanes) y Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) a veces comía de estos bienes. Un día el sirviente trajo algo de comer a Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu), después le contó que esa comida era producto de las ganancias que obtenía en la época de la ignorancia, engañando a la gente. Abû Bakr (radiallâhu ‘anhu) al escucha eso, puso los dedos en su boca y vomito todo lo que había comido.
Se comenta del sueño de alguien, en el cual veía a un hombre virtuoso y le preguntaba: “¿Cómo te ha tratado Allâh? ¿Qué te ha dado después de tu muerte?”. El hombre respondió: “Bien…, todo bien. Excepto, que estoy retenido en la puerta del Ÿannah por una aguja que pedí prestada y no la devolví”.
Hermanos y hermanas, roguemos a Allâh para que el origen de nuestros bienes siempre sea Halâl, y que nos aleje de lo que es Harâm y lo aleje de nosotros. Amîn.
Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh