Los beneficios y virtudes del Nasihah, el buen consejo

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Comenzamos nuestra Jutbah con las palabras de Allâh en Su Libro Sagrado, que señala: “¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres. Y temed a Allâh, por Quien os pedís unos a otros(1), y respetad los lazos de sangre. Realmente Allâh os está observando” [Sûrah An-Nisâ (4), âyah 1].

Dice también Allâh en el Qurân: “¡Vosotros que creéis! Temed a Allâh como debe ser temido y no muráis sin estar sometidos” [Sûrah Ali ‘Imrân (3), âyah 102]. Dice también: “¡Vosotros que creéis! Temed a Allâh y que cada uno espere para el mañana lo que él mismo se haya buscado. Y temed a Allâh, es cierto que Allâh está informado de lo que hacéis” [Sûrah Al-Hashr (59), âyah 18].

Por último, señala el Qurân: “¡Vosotros que creéis! Temed a Allâh y hablad acertadamente. Él hará buenas vuestras acciones y os perdonará las faltas. Y quien obedece a Allâh y a Su mensajero ha triunfado con gran éxito.” [Sûrah Al-Ahzâb (33), âyât 70 y 71].

Allâh con su Infinita Sabiduría nos hizo hermanos y en el ser humano puso un instinto (Al-Fitrah) que nos muestra hasta cierto punto lo que es correcto y lo que no lo es. No hay discrepancia entre los humanos, o al menos la mayoría de ellos, en que existe el bien y el mal. Por ende, existe lo bueno y lo malo. Cualquiera sabe que una persona puede estar actuando correcta o incorrectamente, según lo que esté haciendo. 

Pero ¿Quién es el que nos define exactamente qué es lo bueno y que es lo malo? Los seres humanos no somos iguales intelectualmente, y diferimos en la forma de pensar y razonar. Lo que es malo para tí puede ser agradable para mí. Y lo que a ti te desagrada puede que sea placentero para mí. 

¿Quién sino el Creador entonces, puede definir con certeza lo bueno y lo malo? ¿Quién nos puede trazar una línea entre el bien y el mal? No hay más que Allâh, el Altísimo. Dice el Sagrado Qurân: “¿No habría de tener conocimiento Aquel que ha creado y es el Sutil, al que nada se Le oculta?” [Sûrah Al-Mulk (67), âyah 14].

Sin duda, uno de los mayores actos de bondad que Allâh nos enseñó por medio de Su Libro y Su Mensajero (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), es el Nasihah, querer el bien para los demás. Allâh nos muestra en Su Sagrado Libro, como Sus mensajeros fueron benévolos con los pueblos hacia los cuales fueron enviados, deseando para ellos todo tipo de bien, tanto mundano como en el Más Allá. Mostraron esta actitud incluso en los momentos más adversos. Mira la situación del Profeta Nûh (‘alaihis-salam), según narra el Qurân: “Y así fue como enviamos a Nuh a su gente, y les dijo: ¡Gente mía! Adorad a Allâh, fuera de Él no tenéis otro dios; temo para vosotros el castigo de un día terrible. Dijeron los ricos y principales de su gente: Te vemos en un claro extravío. Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí extravío alguno, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos. Os hago llegar los mensajes de mi Señor y os aconsejo; y sé, procedente de Allâh, lo que no sabéis.” [Sûrah Al-A’raf (7), âyât 59 a 62].

También revisar la historia del Profeta Hûd (‘alaihis-salam): “Y a los Ad, a su hermano Hud que les dijo: ¡Gente mía! ¡Adorad a Allâh! Fuera de Él no tenéis otro dios. ¿No os guardaréis? Dijeron los ricos y principales de su gente, que no creían: Te vemos en una insensatez y te tenemos por uno de los mentirosos. Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí ninguna insensatez, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos. Os hago llegar los mensajes de mi Señor y soy un consejero digno de confianza para vosotros.” [Sûrah Al-A’raf (7), âyât 65 a 68].

Allâh nos enseñó, por medio de los Anbiyâ, que incluso cuando después de haber aconsejado a alguien, éste cayó en problemas por haber hecho caso omiso de tu consejo, no debes ni estar feliz ni burlarte de él. Deber sentir un dolor por él. Cuando el pueblo de Sâlih (‘alaihis-salam) fue destruido por su corrupción y perversión, la reacción de Sâlih fue como Allâh describió: “Entonces los agarró la gran sacudida y amanecieron en sus hogares caídos de bruces. Se apartó de ellos y dijo: ¡Gente mía! Os hice llegar el mensaje de mi Señor y os aconsejé, pero no amabais a los consejeros” [Sûrah Al-A’raf (7), âyât 78 y 79]. 

La historia de Shuaib (‘alaihis-salam) no fue muy diferente. Dice Allâh en el Qurân: “Fue como si los que habían tachado de mentiroso a Shuaib nunca hubieran habitado en ella. Y ésos que habían negado a Shuaib fueron los perdedores. Se apartó de ellos y dijo: ¡Gente mía! Os he hecho llegar los mensajes de mi Señor y os he aconsejado. ¿Por qué habría de sentir lo que le sucediera a una gente incrédula?” [Sûrah Al-A’raf (7), âyât 92 y 93].

Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) educó a sus compañeros para que tuvieran esa cualidad, el Nasihah. Dijoel Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “No es creyente uno de ustedes, hasta que no quiera para su hermano lo que quiera para sí mismo”

La mejor persona, el mejor tipo de Nasihah, es el que vela por el bienestar en Mas Allá, y no solo mundanal. El bienestar en el Âjirah es un bienestar eterno mientras que el del Dunia termina.

Ayudémonos mutuamente en este camino largo y a veces difícil. Ayudémonos a ser de aquellos que complacen a Allâh día y noche. Ayudémonos mutuamente a alejarnos de los pecados y los vicios, a tener un ambiente ameno y sano, donde acercarse al Creador se hace fácil.

Dice Allâh en el Qurân: ¡Por el Tiempo! Que es cierto que el hombre está en pérdida. Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien, se encomiendan la verdad y se encomiendan la paciencia [Sûrah Al-‘Asr (103)].

Hermanos y hermanas, roguemos a Allâh para que nos permita aprender, entender y practicar estas enseñanzas. Amîn.

Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Scroll to Top