La Virtud del Sagrado Qurân

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Respetados hermanos  y hermanas: Dice Allâh Altísimo: “Es cierto que esta Recitación guía a la vía más recta y trae para los creyentes que practican las acciones de rectitud las buenas nuevas de que tendrán una enorme recompensa” [Sûrah Al-Isrâ (17), âyah 9]. Dice Allâh Altísimo también: “Hemos hecho que te descendiera a ti el Libro que es una aclaración para cada cosa y una guía, misericordia y buenas noticias para los que se someten (los musulmanes)” [Sûrah An-Nahl (16), âyah 89]. Allâh dice también: “Realmente hemos hecho el Corán fácil para recordar. ¿Hay quien recapacite?” [Sûrah Al-Qamar (54), âyah 17].

Dijo nuestro amado Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Aquel que no tiene en su corazón nada del Qurân es como una casa abandonada”. También dijo en otro hadîth: “El mejor de vosotros es aquel que aprende el Qurân y lo enseña”.

Respetados hermanos y hermanas se aproximan días de enorme valor, y parte importante de ese valor es por virtud del Qurân. Todos sabemos la importancia del mes de Ramadân, pero no todos se han percatado de que, en gran medida, esa importancia es por ser el mes en el que se dio comienzo a la Revelación del Sagrado Qurân. En la Jutbah de hoy, por tanto, hablaremos del Qurân, y de cómo debe ser nuestra relación con él.

Durante el bendito mes de Ramadán se hablará, probablemente, varias veces sobre el Qurân, ya que el mes de Ramadân es conocido, de hecho, como el mes del Qurân, o el mes donde fue iniciada la Revelación.

Pero ahora vamos a hablar específicamente de cómo debe ser nuestra relación con el libro de Allâh durante todas las épocas del año, y cómo debemos prepararnos para incrementar su lectura en el bendito mes de Ramadân.

Hermanos y hermanas, el Qurân es la Palabra de Allâh, revelada por Allâh para la guía de la humanidad. Dice Allâh: “Ese Libro, sin duda, contiene una guía para los temerosos (de su Señor)” [Sûrah Al-Baqarah (2), âyah 2].

El Qurân es, por lo tanto, el libro que guía a quien lo lee con temor de Allâh y anhelando Su perdón, y le proporciona las herramientas necesarias para vivir de la forma que complace a Allâh. Quien vive procurando complacer a Allâh, podrá aspirar al éxito de esta vida y la otra.

En un hadîth, el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) puso un ejemplo para que podamos entender mejor esto que acabamos de decir. Dijo (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “El Qurân es como una cuerda de cuyos extremos uno está donde Allâh y el otro en vuestras manos”.

Muchas veces cuando alguien se está ahogando o está en un hoyo profundo y es difícil volver a la superficie, los equipos de rescate le arrojan una cuerda para que pueda volver a un lugar donde esté seguro. En el hadîth que mencionamos recién, Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) compara al Qurân con una cuerda como las que se usan para el rescate, lo que significa que quien se aferra al Qurân, y sólo quien lo hace, puede salvarse de las tribulaciones de esta vida mundana y de las dificultades de la vida próxima.

El Qurân ilumina nuestros corazones y los llena de vida, mientras que el corazón que se encuentra desprovisto del efecto de la lectura del Qurân se endurece y se llena de oscuridad, tal como una casa se mantiene ordenada y limpia mientras se encuentra bien habitada, pero cuando es abandonada se arruina y se llena de polvo, suciedad y maleza. Dijo el mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Aquel que no tiene en su corazón nada del Qurân es como una casa abandonada”.

Por eso, respetados hermanos y hermanas, es importante que cada uno de nosotros haga un esfuerzo para aprender el Qurân y recitar parte de él diariamente, para estrechar nuestra relación con la Palabra de Allâh, y esto debe ser así durante todo el año, pero más aún ahora que debemos alistarnos para Ramadân.

Nuestra relación con el Qurân debe ser la de una persona que está perdida y ha perdido toda esperanza, con un guía experto que aparece de manera repentina, y de manera completamente desinteresada lo lleva hasta su destino.

Hay quienes, al tener dificultades en su memorización o en su lectura, terminan dejando el Qurân de lado, pero eso no es correcto, ya que Allâh recompensa a cada uno por su intención, por su dedicación y su esfuerzo, además, la perseverancia en el aprendizaje del Qurân nos llevará, In Sha Allâh, a perfeccionar nuestra recitación.

Rogamos a Allâh que nos haga a todos nosotros de la gente del Qurân, de quienes lo leen y obtienen a través de su lectura la guía, el perdón y la misericordia de Allâh. Âmîn.

Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0:00
0:00
Scroll al inicio