- Viernes, 27 de Enero de 2023
- Yumu‘ah, 5 de Raÿab de 1444
- Imâm: Sh. Muthanna Soud F.
En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.
Dice Allah Altísimo en el Sagrado Qurân: “Los creyentes son aquéllos que cuando se recuerda a Allah, se les estremece el corazón y que cuando se les recitan Sus signos les aumenta la creencia y en Su Señor se confían” [Sûrah Al-Anfâl (8), âyah 2].
Dice también Allâh: “Y no me entristezcas el día en que sean devueltos a la vida. El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón limpio” [Sûrah Ash-Shu‘ârâ (26), âyât 87 a 89].
Anas (radiallâhu ‘anhu) narró que el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía repetir mucho: “Yâ Muqallibal-qulûb, thabbit qalbî ‘alâ Dînik” (¡Oh, Cambiador de corazones, ¡haz que mi corazón se afirme en Tu Dîn!). [Tirmîdhî].
Hermanos y hermanas, hemos hablado las últimas dos semanas sobre las acciones del corazón, así como también de las enfermedades que pueden aquejarle, entonces hoy hablaremos sobre la importancia de mantener los corazones sanos y limpios hasta el momento de encontrarnos con nuestro Señor.
Allâh nos informó en Su Libro que el Día del Juicio encontrarán la salvación aquellos cuyo corazón está sano de toda duda y de todo mal. Dice Allâh: “El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón limpio” [Sûrah Ash-Shu‘ârâ (26), âyât 88 y 89].
El corazón sano es aquel que está lleno de Amor por Allah, está sometido a Su voluntad, satisfecho con el decreto de su Señor, se esfuerza por apegarse a Sus mandatos y alejarse de Sus límites. El corazón puro es aquel que está lleno de amor por el Mensajero de Allâh, Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), se aferra con fuerza a su Sunnah y trabaja para seguir su ejemplo. El corazón sano es aquel que se afecta con las Palabras de su Señor y se afectan con él los miembros del cuerpo.
Dice Allâh describiendo a los creyentes poseedores de un corazón sano y puro: “Los creyentes son aquéllos que cuando se recuerda a Allah, se les estremece el corazón y que cuando se les recitan Sus signos les aumenta la creencia y en Su Señor se confían” [Sûrah Al-Anfâl (8), âyah 2].
Hermanos y hermanas, el corazón es como el rey del cuerpo, y el resto de los miembros y órganos son como sus súbditos. Si el corazón los dirige hacia el bien, ellos lo siguen, y si los dirige hacia el mal, todo su cuerpo se dirigirá hacia esa dirección.
Dada la importancia de esto, es que nuestro Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) nos enseñó, a través de palabras y acciones, a pedirle a Allâh que mantenga nuestro corazón siempre en buen estado, para que nuestra vida, nuestra muerte y nuestra resurrección sean con un corazón sano. ‘‘ishah y Anas Bin Malik (radiallâhu ‘anhumâ) narraron que el Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía decir: “¡Oh, Cambiador de corazones, ¡haz que mi corazón se afirme en Tu Dîn!”. Cuando fue preguntado acerca de la razón de repetir esas palabras con tanta frecuencia, contestó que Allâh mueve los corazones de sus siervos, por lo que nos enseñó a pedir a Allah que mantenga nuestros corazones firmes sobre el Camino Recto, sanos y purificados de cualquier mal.
Rogamos a Allâh que guíe nuestros corazones hacia el bien en todo momento, y que mantenga nuestros corazones firmes en el cumplimiento de Sus órdenes y en el camino que nos marcó nuestro Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Âmîn.
Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh