- Viernes, 30 de Junio de 2023
- Yumu‘ah, 12 de Dhul-Hiyyah de 1444
- Imâm: Sh. Muthanna Soud Fajreldin
En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.
Dice Allâh Altísimo: “Y vuestro Señor ha dicho: Llamadme y os responderé” [Sûrah Gâfir (40), âyah 60]. También dice: “Y cuando Mis siervos te pregunten sobre Mí… Yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide, cuando Me pide; así pues, que ellos Me respondan y crean en Mí, ¡ojalá se guíen rectamente!” [Sûrah Al-Baqarah (2), âyah 186].
‘Abdullâh Bin ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhumâ) dijo: “Estaba en la montura tras el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) cuando me dijo: “¡Muchacho! te voy a enseñar unas palabras: protege (las órdenes de) Allâh y Él te protegerá. Cuida las órdenes de Allâh y lo encontrarás ante ti. sí pides algo, pide a Allâh, y si pides ayuda, pídesela a Allâh. Debes saber que, si toda la humanidad se juntará para beneficiarte en algo, no te beneficiarían en nada, a menos que fuera en algo que Allâh escribió para ti, y si se juntaran para perjudicar te en algo, no podrían perjudicarte en nada, a menos que fuera en algo que Allâh predestinó para ti. los cálamos se han levantado y las hojas se han secado”.
En una versión más extensa de la misma narración, el Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) agregó: “Debes saber que cuanto te ocurrió no podía dejarte de ocurrir, y todo cuanto no te ocurrió, no podría haberte ocurrido. El auxilio de Allâh viene con la paciencia, después de la desgracia siempre llegará la felicidad; y después de la dificultad siempre habrá facilidad”.
Hermanos y hermanas, el Din que Allâh escogió para su creación, para los primeros y los últimos, es el Islam, es el Din que predicaron todos los mensajeros de Allâh (‘alaihimus-salam). Dice Allâh Altísimo: “Realmente la práctica de adoración ante Allâh es el Islam” [Alî ‘Imrân (3), âyah 19]
El Islam consiste en someterse a Allâh y adorarlo sólo a Él sin dirigirse a nadie más, eso es ser un verdadero hanîf, como Allâh describe a Ibrahim (‘alaihis-salam) Dice Allâh Altísimo: “Luego te inspiramos a ti para que siguieras la forma de adoración de Ibrahim como hanîf sin ser de los que asocian” [Sûrah An-Nahl (16), âyah 123].
El Islam es una construcción basada en la unicidad de Allâh, un conjunto de convicciones puestas en evidencia a través de las acciones y las palabras. la cúpula de este edificio es “Lâ ilâha illallâh” cualquier persona que diga esta frase conociendo su significado y actúa según ella, habrá entendido la unicidad verdadera de Allâh, y por lo tanto será un musulmán y un creyente completo.
El indicio más grande de que un siervo adora a Allâh y sólo a él, es el Du‘â o la súplica. es decir, pedirle solo a él, como le enseñó el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) a su primo Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhumâ) cuando le dijo: “Si pides, pídele a Allâh y si pides ayuda, pídesela a Allâh”.
Cuando Allâh envió a Su Rasûl (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), le ordenó que informará a su pueblo que su mensaje se basaba en pedir e invocar exclusivamente a Allâh: “Decía: Sólo invoco a mi Señor sin asociarle a nadie” [Sûrah Al-Yin (72), âyah 20]
Hermanos y hermanas, todas las obras que Allâh nos ordenó hacer llevan el Du’â implícito en ellas. Todo quien rece o ayune o dé caridad, o peregrino la casa de Allâh, está, a través de sus actos, implorando a Allâh por la aceptación de sus obras, buscando la cercanía con su señor. Por eso, nuestro Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El Du’â es la adoración” es decir: el Du’â es la esencia y la parte central de cada acto de adoración. Pedir sólo a Allâh y no invocar a nadie aparte de él es una señal del imân, una señal de la pureza de nuestra fe.
Allâh está cerca de quien lo invoca, está siempre dispuesto a dar a sus siervos de su inagotable riqueza y su inmensa misericordia. Dice Allâh: “Y cuando Mis siervos te pregunten sobre Mí… Yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide, cuando Me pide; así pues, que ellos Me respondan y crean en Mí, ¡ojalá se guíen rectamente!” [Sûrah Al-Baqarah (2), âyah 186].
Hermanos y hermanas, Allâh Subhânahu wa Ta‘ala nos ha permitido presenciar días de bendición incalculable , y nos encontramos actualmente en uno de los días de la fiesta del sacrificio. días en que los peregrinos están en los puntos más sagrados de la tierra, finalizando los ritos del Haÿÿ, e implorando a Allâh por su perdón, su misericordia y todas sus necesidades de esta vida y la otra. Nosotros también debemos aprovechar estos momentos para eso mismo, debemos elevar nuestras súplicas a Allâh con una completa convicción de que serán aceptadas. Nuestro Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Pídanle a Allâh por todas las necesidades que tengan, aunque sea por los cordones de las sandalias”.
Hermanos y hermanas, roguemos a Allâh para que nos haga entre aquellos que son sinceros en su Du’â y en cada uno de los actos de adoración. Amîn.
Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh