- Viernes, 8 de Diciembre de 2023
- Yumu‘ah, 24 de Ÿumâdâ Al-Auwâl de 1445
- Imâm: Sh. Muthanna Soud Fajreldin
En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.
En nuestra jutbah de hoy, hablaremos acerca de algunas lecciones que se pueden extraer de la Sûrah Al-‘Asr (103) y la importancia del tiempo.
Allâh Subhânahu wa Ta‘âlâ dice en esta Sûrah: “¡Por el Tiempo! Que es cierto que el hombre está en pérdida. Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien, se encomiendan la verdad y se encomiendan la paciencia” [Sûrah Al-‘Asr (103), âyât 1 a 3]. Por su parte, nuestro querido Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Hay dos bendiciones acerca de los cuales la mayor parte de la gente vive en perdida. Son, la salud y el tiempo libre”.
Todos nosotros leemos el Qurân y dedicamos parte de nuestros días y nuestras noches a su recitación, pues es la palabra de Allâh y una cura para nuestras enfermedades y dolencias tanto físicas como espirituales. También es el Libro donde Allâh ha revelado a la humanidad la respuesta a todas sus dudas, y la guía por el camino que conduce al triunfo en ambas vidas.
Una de las características más impresionantes del Qurân es que Allâh ha concentrado grandes cantidades de conocimiento y temas profundos en versículos muy breves o suras muy resumidas.
Un ejemplo de esto es Sûrah Al-Ijlâs (112): “Di: Él es Allâh, Uno. Allâh, el Señor Absoluto. No ha engendrado ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se Le parezca” [Sûrah Al-Ijlâs (112), âyât 1 a 4]. Es un capítulo del Sagrado Qurân de apenas tres versículos, pero equivale, como está claro en los ahâdîth de más alto grado de confianza, a un tercio de todo el Qurân. Es una Sûrah que explica el Tauhîd (la Unicidad de Allâh) de una manera precisa y muy breve, y rechaza, a la vez, todos los tipos de asociación e idolatría. No hay duda de que estos temas tan profundos son para ser explicados en voluminosos libros, pero Allâh lo resumió de una manera inigualable y perfecta en dos líneas que hasta los niños musulmanes más pequeños memorizan. Esto se condice con la âyah del Qurân en la cual Allâh declara haber facilitado el Qurân para la memorización. Dice Allâh: “Realmente hemos hecho el Qurân fácil para recordar. ¿Hay quien recapacite?” [Sûrah Al-Qamar (54), âyah 17].
Tal vez uno de los ejemplos más notables de este fenómeno del Qurân es Sûrah Al-‘Asr (103), el capítulo de “El Tiempo”. Es una de las suras más cortas, incluso que la Sûrah Al-Ijlâs (112), pero es de una importancia y de una profundidad incalculable. El imam Ash-Shâfi‘î decía: “Si la gente reflexionar a acerca de los significados de esta Sûrah, les sería suficiente” es decir, sería suficiente lo que hay en esa Sûrah para que la gente se encamine por el sendero de la complacencia de Allâh.
Allâh comienza esta Sûrah jurando por el tiempo: “¡Por el Tiempo!”, y Allâh cuando jura por algo, lo hace también para demostrar su importancia. El tiempo del que disponemos en esta vida es nuestro capital, el campo limitado y decreciente que tenemos para obrar bien y mejorar diariamente en los parámetros que Allâh ha señalado. El Islam nos exhorta a darle a nuestro tiempo la importancia y el valor que merece.
Luego Allâh sigue diciendo: “Que es cierto que el hombre está en pérdida”. Esta es una frase muy directa y pesada en su significado, pues indica que los medios de la perdición nos rodean y es muy fácil tomarlos en cualquier momento, dejándonos llevar por nuestras pasiones, intereses mundanos e influencias externas, por lo que la salvación está reservada sólo para los que siguen las vías que Allâh mismo dispuso y detalló en la siguiente âyah: “Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien, se encomiendan la verdad y se encomiendan la paciencia”.
En esta última âyah, Allâh hace una excepción entre la totalidad de la humanidad que se encamina hacia la perdición, pero esa excepción es por una serie de cualidades que se deben adoptar: Creer en Allâh; obrar con rectitud; exhortarse mutuamente a seguir la verdad y a observar la paciencia en todas sus manifestaciones, como ya se ha detallado en otras ocasiones.
Por supuesto, todos nosotros buscamos el éxito y nos alejamos de la perdición en cualquier cosa de este mundo incluso. en los asuntos de la vida del más allá nuestra preocupación debe ser mucho más grande, y nuestro anhelo a conseguir el favor de Allâh debe estar presente en nuestros corazones todo el tiempo, para que nuestro actuar sea conforme a eso siempre.
El tiempo es la medida de la vida, el tiempo es una Amânah (encargo de responsabilidad), el tiempo es un regalo del Allâh y su uso apropiado determinará nuestro resultado para la eternidad. Nacimos en el tiempo, vivimos en el tiempo y morimos en el tiempo; El tiempo es el ámbito en el que operamos. Lo que hacemos con el tiempo es lo que hacemos con nuestras vidas.
Cada uno debe darse cuenta de que cada momento que pasa es una oportunidad perdida, usada o abusada, nunca volverá; pronto se acabará el tiempo y tendremos que dejar este mundo físico y dar cuenta de nuestras vidas. Cuanto más recordemos la responsabilidad del presente, mejor vivimos el momento y cuanto mejor vivamos el momento presente, mejores serán las consecuencias para el futuro.
Debemos tener en cuenta que el tiempo tiene ciertas características, entre las cuales se encuentran las siguientes: a) El tiempo pasa rápido; b) El tiempo que pasa nunca puede volver, ni puede ser compensado, porque el tiempo es irrecuperable; c) El tiempo es lo más preciado que posee el hombre; d) En general, las personas sensatas saben la importancia del tiempo; e) No lleva balance. No permite sobregiros. Cada día abre una nueva cuenta para ti. Cada noche quema los restos del día. Si no usas los depósitos del día, la pérdida es tuya; f) No hay vuelta atrás. No hay antídoto contra “el mañana”. Debes vivir en el presente de los depósitos de hoy. Inviértalo para obtener de él lo mejor en salud, felicidad y éxito. El reloj está corriendo Aprovecha al máximo el día de hoy.
Roguemos a Allâh Altísimo que nos permita siempre aprovechar nuestro valioso tiempo en las acciones que Allâh mencionó en esta importante Sûrah, para poder salvarnos de una perdición segura, y alcanzar el éxito en ambas vidas. Âmîn.
Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh