EL REGALO MÁS PRECIADO, EL TIEMPO

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Respetados hermanos y hermanas, dice Allah Altísimo en el Sagrado Qurân: “¡Por el Tiempo! Que es cierto que el hombre está en pérdida. Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien, se encomiendan la verdad y se encomiendan la paciencia” [Sûrah Al-‘Asr (103)]. Y dijo Nuestro amado Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Hay dos bendiciones acerca de los cuales la mayor parte de la gente vive en pérdida: La salud y el tiempo libre”.

En varias ocasiones hemos hablado sobre el objetivo de nuestra existencia en esta vida, y la verdad es que no sería exagerado que lo recordaremos cada día. Eso es claro cuando volvemos a las enseñanzas de Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Un estudio, incluso superficial de las súplicas diarias de nuestro Profeta y Guía (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), nos demuestran su estado de permanente conciencia sobre su objetivo en la vida, que es conseguir la complacencia de Allah y evitar Su ira, preparándose con ello para él retorno hacia Allah. La súplica al dormir y al despertar, al comer y al terminar, al subir a un vehículo o al llegar a destino, son claros ejemplos de esto.

Todo esto indica lo importante que es ante Allah que el siervo no olvide su razón de existir y el destino al que se dirige a medida que pasan los días, porque esa conciencia es la que lo va a mantener en el camino de la complacencia de Allah, y, por lo tanto, el camino del éxito total en ambas vidas.

Esta conciencia de la que hablamos se consigue a través de acciones que agradan a Allah por su misma naturaleza, como las cinco oraciones diarias, el ayuno del mes de Ramadân, zakâh, el Haÿÿ, etc. pero también a través de acciones que, al ser realizadas según las órdenes de Allah y en conformidad con la Sunnah, llevan también a la complacencia de Allah, como las actividades comerciales, la vida familiar o la convivencia con las amistades y los seres queridos.

Cuando un musulmán tiene esa conciencia de la que hablamos, no es de extrañar que valore cada segundo que Allah le ha concedido, porque cada segundo es un bien irrepetible de incalculable valor. Entre todas las bondades que nos ha dado Allah, el tiempo que tenemos (que es la vida misma) es de las más importantes y, sin embargo, no siempre la valoramos como tal. Nuestro Nabî (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Hay dos bendiciones acerca de las cuales la mayor parte de la gente vive en pérdida: La salud y el tiempo libre”.

El valor del tiempo en el Islam se hace evidente en las prácticas de adoración, porque todas están ligadas a un horario específico o a un tiempo prescrito. Con ello Allah nos dirige a ser ordenados, responsables y sabios en el uso del tiempo. Es por eso que Allah ha jurado por el tiempo en el Qurân, resaltando su importancia en una Sûrah pequeña en tamaño, pero grande en su contenido. Dice Allah: “¡Por el Tiempo! Que es cierto que el hombre está en pérdida. Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien, se encomiendan la verdad y se encomiendan la paciencia” [Sûrah Al-‘Asr (103)].

Pasan los minutos y las horas, pasan los días, los meses y los años, y con eso se acerca nuestra hora de rendir cuentas a Allah por todo aquello que hayamos dicho o hecho en el tiempo del que dispusimos en este mundo, por lo que debemos actuar ahora y con decisión, para que lo que resta de nuestra vida (que no sabemos cuánto es), sea a nuestro favor, consiguiendo lo mejor de ésta vida y la próxima.

Hace poco fuimos testigos de celebraciones y felicidad por el término del 2022 y el inicio de 2023, y con una rapidez abrumadora estamos cerrando el 2023 y entrando en el 2024, y así es ésta vida, y es la Sunnah de Allah en Su creación.

Aprovechamos de recordarnos también, que el término de un año y el comienzo de uno nuevo no es motivo alguno de celebración para los dotados de intelecto, que conocen a Allah y le son agradecidos por Sus favores, por eso, como musulmanes, no tenemos celebración alguna ni en esta fecha, ni al comienzo del nuevo año islámico en el mes de Muharram.

Rogamos a Allah que nos guíe siempre a lo correcto en todo momento, que nos permita aprovechar cada instante de esta vida de una manera complaciente para él y para nosotros, y nos garantice un éxito completo en ésta vida y en la Proxima. Âmîn.

Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh

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