Las virtudes del Día de ‘Arafah

En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos traído al Camino Recto, honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, quien transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por Su orden. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Allâh Altísimo dice en el Sagrado Qurân: “Juro por el cosmos y sus constelaciones, por el día prometido [el Día del Juicio Final], y por el testigo y lo atestiguado,” [Sûrah Al-Burûÿ (85), âyât 1 a 3]. Dice Allâh en otra âyah del Qurân: “Invóquenme, que responderé [sus súplicas]” [Sûrah Gâfir (40), âyah 60].

Allâh dice también: “Y les dije: ‘Pidan perdón a su Señor, porque Él es Indulgente, así les enviará del cielo bendiciones en abundancia, y les concederá numerosas propiedades y muchos hijos, como también les concederá jardines y ríos. ¿Qué les sucede que no temen la grandeza de Allâh?” [Sûrah Nuh (71), âyah 10 a 13].

Una excelente ocasión para pedir a Allâh y agradecerle es el Día de ‘Arafah. No podría haber sido más exacto Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) cuando dijo: “El Haÿÿ es ‘Arafah”.

¿Si no estamos en el Haÿÿ ese día de ‘Arafah qué podemos hacer? Pues bien, podemos ayunar. Sobre esto fue preguntado el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) y dijo: “El ayuno de ‘Arafah borra tanto los pecados del año anterior, como los del año siguiente”. También dijo él (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “No hay día más virtuoso ante los ojos de Allâh que el Día de ‘Arafah. Allâh desciende al cielo de este mundo y se enorgullece ante la gente de los cielos (los ángeles) y dice: “Miren a mis siervos. Llegaron a Mí con sus ropas polvorientas, sus cabellos despeinados, desde remotos lugares, esperando mi Misericordia. ¡Oh ángeles Míos! Les hago testigos que Yo les he perdonado”. Los ángeles dicen: “Entre ellos está fulano y fulano” Allâh dice: “Yo los he perdonado también”. No hay día en que Allâh libere del Infierno a tantos de Sus siervos, como este Día de ‘Arafah”.

En la Peregrinación de la Despedida, Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) hizo Du‘â de Magfirah wa Rahmah para su toda Ummah, es decir que rogó por el Perdón y la Misericordia de Allâh para todos nosotros. Cuando Allâh acepto las súplicas de Su Mensajero (sallallâhu ‘alaihi wa sallam), Shaitân comenzó a arrojarse tierra en el rostro, lamentándose por la aceptación del Du‘â del Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). El Día de ‘Arafah es el día de más perdón de Allâh por la Ummah de Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Por eso, en este día debemos esforzarnos en hacer buenas acciones, como el ayuno, oraciones voluntarias, Istigfâr y Dhikr de Allâh.

El Día de ‘Arafah, el Dîn del Islam fue perfeccionado para los musulmanes. Como Allâh dice en el Qurân: “Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión” [Sûrah Al-Mâ.idah (5), âyah 3]. Esto realmente es el favor más grande de Allâh para esta Ummah, pues Ha completado Su religión para nosotros, entonces la Ummah no necesita ninguna otra religión o ningún otro Profeta, por eso Allâh envió el sello de todos los Profetas, Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) como misericordia para toda la humanidad y las creaciones.

Por otra parte, Allâh nos informa en el Qurân que el Profeta Ibrâhîm (‘alaihis-salâm) Le rogaba de la siguiente forma: “¡Alabado sea Allâh!, Quien me agració en la vejez con [mis hijos] Ismâ‘îl e Ishaq. Mi Señor escucha bien las súplicas de quienes Lo invocan. ¡Oh, Señor mío! Haz que tanto mis descendientes como yo seamos fervientes practicantes de la oración. ¡Oh, Señor nuestro! Concédeme esta súplica. ¡Oh, Señor nuestro! Perdóname, así como a mis padres y a todos los creyentes el Día que se celebre el Juicio [Final]” [Sûrah Ibrâhîm (14), âyât 39 a 41].

Ibrâhîm (‘alaihis-salâm) también pedía a Allâh diciendo: “de Él anhelo que perdone mis pecados el Día del Juicio. ¡Oh, Señor mío! Concédeme sabiduría y estar entre los justos. Concédeme tener una buena reputación entre las generaciones futuras. Hazme estar entre los que heredarán el Jardín de las Delicias. Perdona a mi padre, pues está extraviado y no me humilles el Día de la Resurrección, el día en que de nada servirán las riquezas ni los hijos, y solo estará a salvo quien tenga el corazón puro” [Sûrah Ash-Shu‘arâ (26), âyât 82 a 89]. Allâh aceptó las súplicas de Ibrâhîm (‘alaihis-salam).

Ânas ibn Malik (radiallâhu ‘anhu) narró de Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Allâh Subhânahû wa Ta‘âlâ dijo: “¡Oh, siervos míos! Siempre que me invoques y me pidas, te perdonaré por lo que has hecho, y no me importará; ¡Oh, hijo de Âdam! Aun cuando tus pecados alcancen las nubes del cielo y me pidas perdón, Te perdonaré; ¡Oh, hijo de Âdam! Siempre que vengas a Mí con pecados tan grandes como la tierra y te vuelvas a Mí, sin asociar nada conmigo, te otorgaré un perdón tan grande como tus pecados. ¡Oh, siervos míos! si el primero de vosotros y el ultimo, humanos y genios, se reuniesen en un mismo lugar, pidiéndome y yo otorgándoles a cada uno su petición, no decrecería lo que poseo, así como no decrece (el nivel de) el mar si una aguja es introducida en él. ¡Oh, siervos míos! Ciertamente, son vuestras obras, las que os computo, y luego os las recompensaré. Quien encuentre bien que alabe a Allâh, y quien encuentre lo contrario que no reproche por ello sino a sí mismo”.

Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo que se les recordará a las personas cada Du‘â que hicieron, y se les mostrará cómo fueron respondidas en el mundo, o cuál es la recompensa que les aguarda en la otra vida. Considerando esto, uno desearía que ninguna de nuestras súplicas fuera respondida mientras vivamos en este mundo, para poder recibir toda la recompensa en la otra vida.

Allâh es nuestro Señor, es Misericordioso, es Compasivo y es Generoso; Allâh garantiza que nunca faltará a Su promesa; quien a Allâh pida, Él le responderá; cualquier cosa que Allâh promete, cierta y absolutamente se cumplirá, por eso debemos pedir mucho perdón de Allâh también en estos días benditos. Dice Allâh Altísimo: “salvo quienes se arrepientan, crean y hagan obras de bien. A estos Allâh les perdonará sus pecados, y en su lugar les registrará buenas obras. Allâh es Absolvedor, Misericordioso” [Sûrah Al-Furqân (25), âyah 70].

Por su parte ‘Uqba Ibn Amir (radiallâhu ‘anhu) dijo: “Pregunté al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “¡Mensajero de Allâh! ¿Cuál sería la causa para mi salvación?” Contestó: “¡Controla tu lengua, atiende a los asuntos de tu casa y llora cuando te equivoques!”.

Hermanos y hermanas: Hoy en día, generalmente, sólo nos volvemos hacía Allâh y realmente Le obedecemos y pedimos Su ayuda cuando estamos en alguna dificultad. Pero ¿Qué nos enseña nuestro Dîn?: El Islam nos enseña que debemos obedecer a Allâh y volvernos a Él en toda condición, próspera o adversa. La obediencia a Allâh no solamente nos trae muchas recompensas o borra nuestras faltas sino también nos alivia las dificultades.

Las siguientes son algunas de las virtudes del Día de ‘Arafah que debemos conocer para apreciar y valorar:

  1. Es el día en que se perfeccionó la religión y el favor de Allâh se completó.

En los libros de Bujari y Muslim (rahmatullâhi ‘alaihimâ) se informó de ‘Umar ibn Al-Jattab (radiallâhu ‘anhu) que un hombre judío le dijo: “¡Oh, Amir Al-Mu’minîn! Hay una aleya en su libro, que se recita; si hubiera venido a los judíos, habríamos celebrado ese día”. ‘Umar (radiallâhu ‘anhu) dijo: “¿De qué aleya se trata?” Él hombre contestó: “Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión” [Sûrah Al-Mâ’idah (5), âyah 3]. ‘Umar dijo: “Sabemos en qué día y en qué lugar que fue revelado al Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam); fue cuando estaba en ‘Arafah, un viernes”.

  1. Es un día de ‘Id para las personas que se encuentran en ese lugar.

El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Yaumul-‘Arafah (el día de ‘Arafah), yaumun-Nahr (el Día del Sacrificio) y ayamut-Tashrîq (los 3 días siguientes del día del sacrificio) son ‘Id para nosotros, la gente del Islam. Estos son días de comer y beber (no se ayuna en ellos).

  1. Es un día en que Allâh hizo un juramento.

El Todopoderoso no jura por nada, excepto lo que es poderoso. Yaumul-‘Arafah es el “día del testimonio” que se menciona en la aleya: “y por el testigo y lo atestiguado” [Sûrah Al-Burûÿ (85), âyah 3].

Se informó de Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhu) que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “El día prometido es el Día de la Resurrección, lo que da testimonio de ese Día, es el Día de ‘Arafah, y el día que da testimonio de ese día es el viernes”.

  1. El ayuno en este día es una expiación para dos años.

Se informó de Abû Qatâdah (radiallâhu ‘anhu) que al Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) se le preguntó sobre el ayuno en el día de ‘Arafah. Él dijo: “Borra los pecados del año anterior y del año que viene” [Muslim].

Este ayuno es recomendable para aquellos que no están en el Haÿÿ. En el caso de la persona que está en el Haÿÿ, no es Sunnah ayunar el día de ‘Arafah, porque el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) no ayunó en este día de ‘Arafah. Se narró que él prohibió ayunar el día de ‘Arafah, en ‘Arafah.

  1. Es el día en que Allâh hizo el pacto de la progenie de Âdam.

Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhu) dijo: “El Mensajero de Allâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Allâh concertó un pacto con Âdam (‘alaihis-salam) en Na’mân (es decir, ‘Arafah). Cuando tu Señor sacó de las espaldas de los hijos de Âdam a su propia descendencia, y la extendió delante de él para que dieran testimonio, y luego se dirigió a ellos y dijo: “¿Acaso no Soy Yo su Señor?” Respondieron: “Sí, atestiguamos que así es”. Esto es para que el Día de la Resurrección no digan: “No sabíamos nada de esto”. O digan: “Nuestros padres eran idólatras, y nosotros solo somos sus descendientes siguiendo lo que ellos hacían. ¿Acaso vas a castigarnos por lo que hicieron los que falsearon [la verdad del monoteísmo]?” [Sûrah Al-A’râf (7), âyât 172 y 173].

  1. Es el día del perdón de los pecados, la liberación del Fuego y el orgullo de las personas que están allí.

En Sahîh Muslim se narra de ‘‘ishah (radiallâhu ‘anhâ) que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “No hay día en el que Allâh libera a más gente de la que el fuego Día de ‘Arafah. Él Se acerca y expresa Su orgullo a los ángeles, diciendo: “¿Qué es lo que esta gente quiere?”.

Fue narrado de Ibn ‘Umar (radiallâhu ‘anhumâ) que el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Allâh expresa Su orgullo a Sus ángeles en el momento del ‘Ishâ en el Día de ‘Arafah, sobre la gente de ‘Arafah. Él, Altísimo sea, dice: “Mirad a mis siervos, que han venido desarreglados y polvorientos”.

Hermanos y hermanas, roguemos a Allâh para que nos permita aprender y entender de estas invaluables enseñanzas y que acepte todas nuestras súplicas. Amîn.

Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh

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